Arte

Publicado el 2 de octubre de 2019 | por Felix Miranda

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Escribir en Roma

Datos del Proyecto

Nombre del proyecto: LA ESCRITURA EN LA ANTIGÜEDAD: MATERIALES, TÉCNICAS Y CALIGRAFÍA
Centro (donde se desarrolla la experiencia): IES Guadaiza
Localidad y provincia: San Pedro de Alcántara (Málaga)
Nombre del docente que coordina el proyecto: Félix Miranda
Estudiantes a los que va dirigido (nivel(es)/curso(s)): Secundaria, 1º ESO
Número de estudiantes: 12
Página web/blog del proyecto:
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Descripción de la Experiencia

A lo largo de este programa los alumnos han aprendido los soportes e instrumentos de escritura más comunes y corrientes en la antigua Roma, y los materiales y técnicas que eran empleados para su fabricación.

Durante prácticamente todas las sesiones que han compuesto este programa de profundización los alumnos han experimentado lo que implicaba el acto de la escritura en la antigua Roma, manipulando materiales idénticos y formas de trabajarlos similares a los que una persona de aquella época (incluso varios siglos antes de Jesucristo) pudiera haber empleado. Lejos de todo el proceso industrial y sintético actual, los alumnos han percibido la dificultad del acto de la escritura, lejos de la inmediatez y disponibilidad actual de materiales e instrumentos.

Durante las tres primeras sesiones hemos trabajado para fabricar la tablilla de cera (tabula cerata, en latín), manejando la madera (contrachapado, exactamente) y la cera de abejas. Para poder cortar y fabricar las partes hemos usado la segueta y la cola y un hornillo para derretir la cera. Para poder escribir en ellas hemos fabricado un punzón (stylus, en latín) con una varilla de madera. De paso, los alumnos han inscrito su nombre usando el alfabeto griego.

Durante las dos siguientes sesiones hemos fabricado un plumín de caña (calamus, en latín) usando un cúter y cañas. Nada fácil para ellos. Alguno más aventajado ha podido incluso fabricar una pluma con una pluma de pavo.

En las dos siguientes clases hemos visto la magia de la creación de la tinta ferrogálica, según los procedimientos antiguos y que perduraron a lo largo de la Edad Media hasta casi el día de hoy.

La sesión final la hemos dedicado a practicar la escritura con pluma, de ave o de caña, especialmente, usando la tipografía capital rústica, presente en muchas inscripciones oficiales romanas, por ejemplo.

La valoración de este programa ha sido positiva. Por un lado, los alumnos han tenido que desarrollar aspectos de la psicomotricidad fina, para, por ejemplo, tallar los cálamos o las plumas, o aplicar diferentes competencias, como la competencia matemática, manejando las cantidades originales de los ingredientes para la fabricación de la tinta para crear mayores cantidades, la lingüística, a la hora de procesar la información recibida y la necesaria secuencia de órdenes, o de aprender a aprender, al recapacitar sobre los errores en los procesos de creación, ante un resultado final inadecuado. Sin llevar la experiencia a esquemas y terminología educacional y legislativa, la experiencia ha sido muy enriquecedora, ya que, por un lado, por ejemplo, les ha brindado la oportunidad de crear instrumentos y soportes prácticos nada comunes en su alrededor y que van a poder seguir usando a partir de ahora y para siempre en su ámbito privado; por otro lado, han tenido la percepción de la comodidad de la vida actual a diferencia de la antigua, en un ámbito tan aparentemente intrascendente como es el de escribir; por último, tomar conciencia de que emplear materiales naturales comunes y corrientes no significa que sea fácil su procesado hasta llegar a la creación de un producto final. En definitiva, han experimentado una parte de la Historia de la Humanidad en la que el ser humano ha ido evolucionando para poder plasmar su propia condición de ser humano.

Photo by Willian West on Unsplash

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