Arte

Publicado el 13 de octubre de 2015 | por rafasedofeito

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Interpretación y exposición final.

Datos del Proyecto

Nombre del proyecto: Construimos nuestra propia orquesta
Centro (donde se desarrolla la experiencia): CEIP Carmen Sedofeito
Localidad y provincia: Chiclana (Cádiz)
Nombre del docente que coordina el proyecto: Rafael Cepero Mesa
Estudiantes a los que va dirigido (nivel(es)/curso(s)): 5º y 6º de primaria
Número de estudiantes: 21
Página web/blog del proyecto:
Enlaces de interés vinculados con el proyecto:

Descripción de la Experiencia

El proceso continúa, ya algunos instrumentos están terminado en la estructura, y se puede comprobar su sonido. Esto pretendo que sea experimental, por ejemplo: el palo de lluvia, antes de cerrarlo se ha probado con distintas legumbres y con distintas cantidades, para lograr el efecto deseado. El trabajo es colectivo pues todos opinamos de los resultados e influimos en el proceso. Algunos artefactos han sido fallido pues el resultado no era el esperado, también de eso hemos aprendido pues estudiando el diseño y el proceso de fabricación hemos descubierto los fallos, algunos eran subsanables y otros no por lo que había que empezar de nuevo.

Especial dificultad han dado los cordófonos, pues a la hora de encordarlos en algunos casos la estructura no soportaba la tensión de las cuerdas, yo lo preveía, pero preferí no corregirlo para que aprendan por los hechos consumados. Las clavijas también fueron un problema, las de madera se rompían y los cáncamos metálicos eran difícil de afinar y pronto la rosca cogía holgura.  Lo solucionamos con unas clavijas metálicas que encontramos en un mercadillo. El resultado fue muy bueno. Aunque tuvimos problemas con la broca ya que haciendo los boquetes con la del 6 no quedaban apretados y con la del 5 se quebraba la madera al tratar de ajustarlos, tuvimos de usar la de 5 dándole un poco de movimiento al taladro.

Las flautas de caña son muy difíciles de afinar, solo se consigue algo aproximado. Sí se puede controlar mejor la afinación con la flauta de pan o zampoña, pues una vez cortados los tubos de caña y usando un afinador, lija y paciencia se llega al objetivo.

Lógicamente la percusión no afinada es la que menos trabajo ha dado. Y el alumnado menos habilidoso se ha decantado por ella. Especialmente llamativo ha sido el resultado de la huesera hecha con cañas, colgada del cuello y frotada con cáscaras de nuez.

La percusión afinada tampoco ha sido difícil pues el botellófono, siete botellas colgadas sobre un puente de madera y con distintos niveles de agua ha dado un resultado espléndido. Para el cajón hemos usado maderas de desecho que nos han proporcionado en una carpintería, los cortes los he realizado yo porque ha mano no hubiese quedado bien y la máquina no es apta para manejo infantil. Eso sí el trabajo de diseño, con las medidas de las madera y el montaje atornillado sí ha sido del alumnado.

Algunos de los instrumentos fabricados ya suenan.

Una vez completado el proceso, la mayoría de instrumentos suenan aceptablemente y ha sido muy gratificante para el alumnado. Han aprendido a manejar herramientas que desconocían, han experimentado las cualidades sonoras de los materiales: vidrio, plástico, cartón, madera, metales y cuerdas. Sin darse cuenta, jugando, han desarrollado destrezas para hacer sonar nuevos instrumentos que antes desconocían. Han aplicado conocimientos de la clase de música para el reto de hacer sonar sus artilugios de forma mas o menos controlada.

La posibilidad de interpretar una partitura melódica al uso, fue desterrada por falta de tiempo. El final de curso se venía ya encima y los instrumentos eran difíciles de afinar unos con otros. Con algo de más tiempo y haciendo algunas intervenciones en los prototipos podíamos haber llegado a cumplir este fin, pero quizás ya no merecía la pena. La motivación hubiese descendido y el esfuerzo extra no hubiese sido rentable. Por lo tanto decidí hacerlo de forma improvisada y casi aleatoria, jugando con esquemas rítmicos y el contrate de timbres con sólo un atisbo de pequeñas formulas melódicas repetitivas.

El final quizás no me importaba demasiado, lo interesante ha sido el proceso y en ese aspecto esta actividad ha sido un gran éxito. Se han cumplido sus objetivos y algunos con creces.

La exposición final ha sido muy alabada por los compañeros y todos se maravillaban de que además sonasen.

Ha merecido la pena el tiempo y el esfuerzo.

Gracias a los padres y madres colaboradores. Porque comprendieron su labor de guías y vigilantes para temas de seguridad y a penas han intervenido en el proceso de fabricación y diseño, que les correspondía a sus hijos.

Enlace al bloc del colegio donde están colgados las fotos de la exposición y los vídeos de las interpretaciones.

Créditos: Imagen de shutterstock

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Sobre el colaborador

Maestro de música en el mismo colegio desde el 1992.



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