Te cuento, me cuentas
Cuando elaboraba el proyecto para participar en Profundiza, muchas eran mis dudas e inquietudes respecto a cómo resultaría la experiencia, pues me habían hablado de proyectos científicos o elaboraciones de máquinas complejas, y en principio, mi idea de trabajar con y sobre los cuentos parecía demasiado “simple”. Nada más lejos de la realidad, a través de cada sesión me afiancé en la idea de que el cuento y todo lo que le rodea encierra un abanico de posibilidades de aprendizaje enormes.
En mis años como maestra de Primaria y Secundaria he podido comprobar como el alumnado muestra cada vez más dificultad a la hora de expresarse de forma oral y escrita. Durante estas sesiones, he visto la evolución en los niños y niñas sobretodo a la hora de comunicarse en público, en contar algo a los demás sin sentir esa “vergüenza” o ese “no se qué decir”.
A través de actividades que para ellos resultaban lúdicas han trabajado y desarrollado competencias básicas para su desarrollo integral; han hablado en público, escrito, dibujado, pintado, creado escenarios, manipulado diferentes materiales, han calculado las cantidades de material a utilizar, se han organizado y colaborado en grupos, han trabajado de forma individual, por parejas, con sus familias, han visitado bibliotecas o exposiciones, han reído y se han emocionado…y todo a partir del cuento.
Hemos disfrutado de las exposiciones de cada uno de los niños y niñas, hemos trabajado de forma colaborativa, con ilusión, organización y motivación. Sólo por ver sus caras de satisfacción por el trabajo bien hecho, merece la pena cualquier esfuerzo.
A continuación, resumo cada una de las sesiones que nos faltaban:
5ª SESIÓN (24 abril)
Como cada sesión, varios alumnos y alumnas cuentan su cuento preparado y se abre un pequeño debate para que los compañeros/as expresen su opinión sobre ellos
- “Los 3 cerditos”
- “El diablo”
- “Los 7 cabritillos”
- “El hombre del juego” (inventado)
- “Historia del abuelo” (inventado)
Uno de nuestros alumnos, Marcos, realiza una actividad que consiste en que trae unas broquetas que contienen una chuchería y un papelito con una frase de un cuento cualquiera. Se sienta en el centro y todos los compañeros, siguiendo un orden, eligen un palito, leen la frase en voz alta y han de adivinar el cuento al que pertenece. Si lo acierta, gana el dulce. Si alguno tiene dudas, le ayudan y entre todos decidimos que se quede con la gominola.
Todos participan muy activamente, resultando una actividad muy motivadora y lúdica.
Cuando termina la actividad analizamos la cantidad de cuentos que sin saberlo, conocemos: “El gato con botas” “Caperucita Roja” “Hansel y Gretel” “Los músicos de Bremen” “Los 7 cabritillos” “Pinocho” “El patito feo” “Platero y yo” “El Quijote para niños” “El flautista de Hamelín” “La ratita presumida” “El soldadito de plomo” …
Comenzamos a preparar nuestros escenarios de guiñol para representar el cuento creado por cada grupo, utilizando cartones y materiales reciclados. Recortamos los cartones y hacemos las ventanas que servirán para mostrar nuestros guiñoles.
6ª SESIÓN (7 mayo)
Empieza una nueva sesión con los relatos de los alumnos y alumnas y la escucha y debate participativo de todos
- “Palabras de caramelo”
- “Ricitos de oro”
- “Érase una vez, un cuento al revés”
- “El enano saltarín”
- “El profesor y la lección” (inventado)
Los grupos se dividen y mientras unos miembros terminan los teatros, el resto comienza a elaborar los guiñoles que representan los personajes de sus cuentos inventados. Utilizan principalmente gomaeva de diferentes colores y palitos que sujetarán sus creaciones.
Durante toda la sesión predomina la colaboración entre los miembros de los grupos y entre los diferentes grupos también, prestando los que terminaron antes, ayuda a los que iban más atrasados en el trabajo.
7ª SESIÓN ( 21 mayo)
Es nuestra última sesión en el colegio. Como siempre, comenzamos con los relatos de nuestro alumnado.
- “Una isla pobre, un poeta..”
- “La semilla prohibida”
- “Las tres naranjitas de oro”
- “Un peluche diferente a los demás”
- “El lagarto de Jaén”
Los niños y niñas ultiman los preparativos de sus personajes de guiñol para la actividad final.
Los grupos, uno por uno, van representando en el escenario del salón de actos del colegio su cuento, utilizando el teatro de guiñol y los personajes que ellos mismos han fabricado.
La actividad encanta a todos, experimentan los nervios del “estreno”, preparan todo en grupo, se animan unos a otros y al final todo queda perfecto.
8ª SESIÓN (30 mayo)
En nuestra última sesión visitamos el Parque de las Ciencias de Granada.
Salimos temprano por la mañana para aprovechar bien el día, pues tenemos preparados talleres y actividades para pasar un día de convivencia y diversión como recompensa al buen trabajo realizado durante las sesiones anteriores.
Los niños y niñas acuden a sendos talleres sobre el funcionamiento del sistema respiratorio y sobre astronomía.
Presenciamos en grupo una exhibición de aves rapaces donde además de disfrutar de la experiencia de tener a animales como buitres o halcones muy cerca, aprenden la importancia que estos tienen en la naturaleza y su equilibrio.
Una de las salas que más le gustan es la de los “sentidos”, donde a través de experimentos y actividades descubren la importancia de nuestros sentidos.
Visitamos una curiosa exposición sobre momias encontradas en diferentes lugares del mundo, lo que despierta la curiosidad de nuestros niños y niñas.
Durante la hora del almuerzo y sobremesa, disfrutan al aire libre de las diferentes instalaciones de las que dispone el Parque.
Para finalizar la tarde, acudimos al planetario donde disfrutamos de una proyección a 360º sobre el origen del Sistema Solar.
Volvemos a casa con la satisfacción de haber pasado un día perfecto.
En definitiva, no sólo ha sido la experiencia de la salida del último día, sino que cada una de las sesiones ha tenido algo especial. Trabajar con alumnado tan motivado, inquieto y creativo ha sido muy positivo. Es cierto que algunos de nuestros alumnos acudieron el primer día con la idea de que los cuentos y todo lo que les rodea era para niños “pequeños”, pero me queda la satisfacción como tutora de que han disfrutado, han sido protagonistas de sus propias historias, han perdido la vergüenza de hablar en público y han pasado unas horas aprendiendo de forma divertida. Sin duda, todos quedamos con ganas de repetir la experiencia el próximo curso.
Imágen de shutterstock.
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