Aprende física y robótica en primaria
Datos del Proyecto
Descripción de la Experiencia
Otro año increíble, cómo se puede disfrutar tanto de la enseñanza!!!, y es que el secreto está en que lo que hagan les guste y que además se diviertan, además quién puede decir que no han aprendido algo que para su nivel llega a ser difícil de comprender como son los números negativos, los ángulos, aspectos abstractos de las matemáticas que utilizando la robótica como instrumento ponen en práctica y consiguen sobrepasar esa abstracción haciéndolo concreto con la velocidad, el espacio, en definitiva el movimiento, que a pesar de seguir siendo conceptos abstractos ponen en práctica a la hora de plantear los ladrillos para que el robot ejecute las instrucciones que les damos, es más, cuando lo hacen investigando, observando los errores, valorando las hipótesis y observando los resultados, desarrollan constructivamente su aprendizaje y de una manera significativa.
A lo largo de las 8 sesiones en las que dividimos este programa, hemos comenzado por la construcción de un robot Ev3 mindstorm de Lego, colocando dos servomotores grandes, un servomotor mediano, un sensor ultrasónico, un sensor de color y dos sensores de contacto. En estas dos primeras sesiones su símil ha sido el funcionamiento del sistema nervioso de un humano, y a partir de ahí, construir y colocar en los lugares más razonables cada uno de los componentes. Cada dos alumn@s construyeron un robot y posteriormente decidimos cuál sería más eficiente para desplazarse y atrapar objetos.
En las sucesivas sesiones, a la vez que íbamos aprendiendo a programar el robot para que hiciera determinados movimientos, íbamos observando aspectos de la física como la velocidad, sesiones en las que jugamos también con los engranajes que colocábamos en los servomotores descubriendo cómo variaba el espacio recorrido y por tanto la velocidad en relación al tiempo que transcurría, sin modificarse el número de rotaciones que daba el servomotor, también la existencia de la velocidad negativa y lo que significaba. Observamos la fuerza de la gravedad, viendo cómo al subir un plano inclinado se necesitaban unos engranajes determinados para que el servomotor tuviera la fuerza suficiente y sobrepasar la de la fuerza que ejercía la gravedad por la inclinación del plano inclinado, también aprovechamos diferentes superficies para comprender la fuerza de rozamiento, junto al plano inclinado.
En otras sesiones pusimos el foco de atención en sensores de contacto, ultrasónico, para medir la distancia que había recorrido o le faltaba por recorrer, de luz, para comprender cómo funciona la luz, y cómo podíamos conseguir que el robot utilizando estos sensores se podía mover autónomamente realizando el recorrido en función a una línea, a un cambio de color y a una distancia.
Por último, el último día lo dedicamos a un día con un miembro de la familia de cada alumnado, para que le explicasen a los padres o madres lo que habían aprendido y que eran capaces de hacer.
Cada año, y este ya es el tercero, me sorprende más el alumnado, como parece que vienen más preparados. Y es que las generaciones que van llegando llevan un instinto para la construcción y las órdenes a un robot que antes no existía o no veíamos en el alumnado, ahora parecen más capacitados.
Aprovechar esta entrada para agradecer a todos y todas las que hacéis posible este programa. Muchas gracias por vuestro esfuerzo, tanto de mi parte como del alumnado participante y de los padres y madres de estos. Termina y ya están preguntando que si el año que viene …
Gracias a todos y todas, que este programa siempre esté con nosotros!!
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