Publicado el 9 de julio de 2015 | por Gloria
0¿Dicen la verdad las etiquetas de los alimentos?
Datos del Proyecto
Descripción de la Experiencia
Queridos compañeros del Programa Profundiza,
Por fin hago mi primera entrada en el blog. La verdad es que ha sido tanto el trabajo preparando las experiencias y montando los videos que no he encontrado tiempo hasta ahora para escribiros y contaros cómo nos va.
Esta es la segunda vez que participo en el Programa y, de nuevo, está siendo realmente gratificante. La vez anterior hicimos un estudio químico y biológico de la Charca de Suárez (Motril). En esta ocasión el tema nada tiene que ver. No sabía muy bien el interés que despertaría en los alumnos este tipo de contenidos pero, afortunadamente para todos, la acogida fue fantástica desde la primera sesión.
Yo soy una apasionada de la física y la química y también (al mismo nivel!!!) de la cocina. Mi intención era mezclar ambas pasiones y disfrutarlas con mis alumnos. La cocina es un laboratorio que todos tenemos en casa. Podemos mezclar ingredientes en plan mecánico simplemente siguiendo al pie de la letra las instrucciones de una receta o podemos cocinar con una actitud científica. Eso es lo que yo hago en casa y lo que quería que los alumnos hicieran en el desarrollo del proyecto. Con ello quiero decir que, si todos han visto en casa cómo cambia el aspecto de la clara y de la yema de huevo al igual que su sabor cuando les suministramos energía en forma de trabajo (el batido de la clara de huevo) o calor (utilizando como medio transmisor el agua o el aceite), yo quería que los alumnos se preguntaran a qué se debe ese cambio.
Otro aspecto que me interesaba muchísimo tratar en el proyecto era el trabajo de un tema transversal muy importante: la educación del Consumidor. Si nuestros alumnos en un futuro cercano irán al supermercado a hacer la compra, sería bueno que, el Sistema Educativo les ayudara a aprender a leer las etiquetas, a saber interpretarlas, a comprobar su veracidad siempre que sea posible….Teniendo este objetivo en mente desarrollamos unas cuantas actividades. En esta entrada creo que sólo he incluido el vinculo a una de ellas pero en la próxima incluiré más.
Para finalizar esta primera entrada quisiera comentar otro de los puntos que he tenido en mente a la hora de planificar y seleccionar actividades: hacer énfasis en el lado práctico de los contenidos que se trabajan en clase. Estamos todos muy acostumbrados a que los alumnos, cada vez que introducimos un contenido nuevo, nos pregunten: «¿y esto para qué sirve?». No siempre la aplicación es inmediata y necesitarían llegar a niveles superiores dentro del Sistema Educativo para comprenderlo pero en otras ocasiones sí que es posible. Es por esto que varias de las experiencias desarrolladas han tenido como finalidad el que los alumnos utilicen sus conocimientos de física y también de química, para resolver problemillas que pueden surgir en la cocina y también para comprobar si lo que dicen las etiquetas de algunos alimentos es cierto.
En fin, compañeros, a mi grupo de cocineros científicos y a mí nos queda sólo una sesión «oficial» que trataremos de disfrutar al máximo. El hecho de que los chicos, a pesar de tener tantos deberes y actividades extraescolares , estén dispuestos a pasar una tarde a la semana conmigo profundizando en aspectos de la física y la química que, dentro del horario normal, es imposible trabajar y que, incluso estén tristes porque está acabando y me pidan continuar de manera «extra-oficial» a mí me emociona. Este es el mejor premio que un profesor puede recibir y me da energía para seguir luchando cada día en este trabajo.
Un saludo afectuoso a todos y hasta la próxima y última entrada.
Créditos: Imagen de shutterstock
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