astronoMÍA TUYA
Datos del Proyecto
Descripción de la Experiencia
Como ciencias experimentales, la física y la química traspasan el mero ámbito escolar, estando presentes en nuestra vida cotidiana en todos los aspectos. Desde la ropa que vestimos hasta el alimento que ingerimos, nuestros desplazamientos por la ciudad o nuestras comunicaciones, la importancia y magnitud de estas ciencias se muestran como pilares de nuestra sociedad, de manera que su estudio, comprensión y desarrollo están plenamente justificados.
La Astronomía es una rama extensa e importante de la Física.
Si con este proyecto consigo al menos remover en mis alumnos el gusto por la ciencia y la cosmología y hago de ellos pequeños e inquietos investigadores me daré por satisfecho.
Todos me ayudaron a escribir esta carta. Sería una epístola que me mandarían ellos dentro de 20 años y diría así:
“Mi acercamiento al mundo de la Astronomía es relativamente reciente. Aunque desde pequeño me ha fascinado el Cosmos y sus objetos, siempre me he adentrado en este campo desde una vertiente lúdica.
Me fascinaban los libros de Superlópez, Watchmen y demás superhéroes que vivían en el espacio y tenían poderes sobrenaturales.
Cuando tenía 12 años asistí junto con otros compañeros a un Proyecto del instituto. Al principio no sabía muy bien de que iba pero solo el nombre de Astronomía me llamó mucho la atención. Fueron dos meses estupendos que nunca queríamos que acabaran. Deseabamos fervientemente que llegaran los Viernes por dos motivos, porque terminaban las clases y porque empezaba el Profundiza. Eso fue el inicio de toda una vida dedicada al cielo. Sí, una vida.
Lo que voy a contar seguro que les ha pasado a muchos, pero no fue hasta una calurosa y clara noche de Agosto, en lo alto de una loma cuando se introdujo el «gusanillo» en mi. La excusa para subir hasta allí fue otra pero al final fue el cielo el que tenía la última palabra. Siempre me ha gustado saber el nombre de la estrella que estaba mirando. Esa noche vi muchas titilear pero no conocía a ninguna. Mi ignorancia solo me permitió distinguir a la Osa Mayor y poco más. ¿Qué tipo de estrella es cada una? ¿A qué distancia está? Sé que incluso a día de hoy responder a estas preguntas es complejo si no tienes una buena guía del firmamento o dispones de un software adecuado. Pero es que yo no sabía nada. Con el tiempo fui recopilando información y empecé a buscar las constelaciones en nuestro cielo. – «Pues esa es Casiopea….», -«Ahí está Orión…» y así toda la noche porque mientras el tiempo transcurría otras constelaciones venían a sustituir a las anteriores. Así empezó todo. Luego me dio por pensar en cómo se vería ese mismo cielo con unos simples prismáticos. Desempolvé mis viejos Super Zenith y pude ver con otros ojos (nunca mejor dicho) lo que sin ellos había intuido antes.
Estoy seguro que esta historia es la misma que han vivido todos, unos antes y otros después. Como también estoy seguro que, ver por primera vez la Vía Láctea te llega a estremecer y recordar como un golpe, lo insignificante que es el ser humano.
Aproveché mi cámara réflex y la fotografía adquirió una nueva dimensión para mí. Esto me acercó a lo que se conoce como Astrofografía.
Gracias profesor porque al final hice Bachillerato, me esforcé mucho y superé la Selectividad y estudié Física Astronómica en la Facultad de Granada. Actualmente soy responsable del Área del búsqueda de inteligencia extraterreste en el observatorio de Calar Alto pero nunca olvidaré como ese año cambió mi vida para siempre».
Lógicamente esta historia es ficticia pero bien podría hacerse realidad en cualquier momento y con pensar que solo una persona podría hacerlo posible te da fuerza para trabajar con más ilusión cada día.
Créditos: fotografía de sloworking2.
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