Publicado el 7 de noviembre de 2018 | por adrianafalasca
0Romeo y Julieta in the street.
Datos del Proyecto
Descripción de la Experiencia
Nuestro proyecto nació de una iniciativa de nuestros alumnos de 2º de ESO, o mejor dicho, de una modificación que ellos realizaron a nuestra idea inicial, que consistía en adaptar una de las novelas leídas en clase a obra de teatro,aprendiendo cuál es el proceso de transformación de un género a otro, para luego representarlo en un escenario. Sin embargo, ellos le dieron la vuelta, ya que decidieron que no querían hacer Matilda de Roald Dahl, sino que preferían, nada menos que Romeo y Julieta, de Shakespeare, la historia de amor más grande de todas las que se hayan escrito. Eso sí, adaptada a un lenguaje actual, donde Romeo y Julieta escribieran en Twitter , se mandaran audios y fotos y no tuvieran un enamorado o enamorada, sino un «crush». Como bien sabemos la motivación es el principal motor del aprendizaje y por eso decidimos secundar esta idea y acompañar a los chicos en esta experiencia, que podía ser todo menos aburrida.
En la primeras dos sesiones vimos la película Romeo y Julieta en su versión clásica, comentando cada conflicto y trabajando a fondo los personajes para profundizar en ellos y poder meternos en su piel.
En la tercera sesión empezamos a hacer los «castings», porque como es natural, más de una actriz quería ser Julieta, así que preparamos la famosa escena del balcón y la representamos con tres actrices distintas y tras una votación secreta elegimos a nuestra Julieta.
La cuarta, quinta y sexta sesión las dedicamos a la adaptación de la obra original a un lenguaje actual y desenfadado y para ello partíamos siempre de la improvisación teatral donde los chicos dejaban volar su creatividad y ya no estábamos en Verona, sino en nuestro barrio y no había espadas, sino navajas y puñetazos, pero la esencia seguía siendo la misma: un amor inmenso que no podía detener ni siquiera la muerte.
Las últimas dos sesiones las dedicamos a la memorización de las principales escenas y a la construcción del vestuario a partir del reciclaje de prendas que teníamos por casa y mucha imaginación.
El resultado ha sido satisfactorio, aunque creemos que nuestro proyecto ha sido demasiado ambicioso, ya que familiarizarse con una obra, adaptarla cambiando de registro y preparar a representación en ocho sesiones de tres horas es una tarea complicadísima. Sin embargo, nuestro balance es muy positivo porque sobre todo hemos conocido en profundidad una obra de teatro clásica y hemos aprendido a realizar un cambio de registro diacrónico (de una época a otra) y nos sentimos muy orgullos del resultado, lleno de guiños a las redes sociales y toques de humor.
Por último, no podemos olvidar el buen rato que echamos el día del encuentro en la Facultad de Ciencias de la Educación con todos los grupos que estaban preparando proyectos y pudimos compartir nuestra experiencia e incluso representar varias escenas en vivo como verdaderos artistas de «teatro de calle».
Imagen de Sofia Lesquerre en Unsplash
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