Cine, emociones y neuroeducación
Datos del Proyecto
Descripción de la Experiencia
Para finalizar el proyecto, y como sesión final tras la grabación, que fue la actividad realizada en las últimas sesiones, el pasado 20 de junio, el equipo del proyecto para Andalucía Profundiza desarrollado en el CEIP Valme Coronada (Dos Hermanas), presentó a la comunidad educativa su producto, un pequeño cortometraje sobre las emociones y la neuroeducación. Desde las 9:30h hasta 13:15h se proyectó el vídeo por niveles. Tras el visionado el alumnado comentó con sus compañeros/as y maestras/os cómo han trabajado y lo que han vivido en el proyecto. Al finalizar la jornada, le entregamos sus diplomas y entre las emociones un mensaje, «no queremos que acabe maestro».
Con una duración de unos 20 minutos, el alumno de forma libre se expresó, algo no muy habitual en las escuelas de hoy en día, sin ser dirigido ni bloquear sus pensamientos y emociones. Tras el visionado, se generó en la comunidad educativa un debate amplio y movió con toda la buena intención, la conciencia en el profesorado. Nuestro equipo fue aula por aula comentando y explicando cómo habían trabajado y la intención con el producto final.
Este proyecto ha sido, toda una experiencia necesaria como docente, pues sostener la base de actuación en los principios de la neuroeducación y de metodologías activas no directivas, ha sido un reto que marca un camino de la escuela del mañana. Hacer ver que el alumno por sí mismo es capaz de aprender, y que la figura del docente, no es más que un acompañante, ha ido trayendo a nuestro centro un debate muy constructivo sobre el modelo de escuela que se desea tener. Una escuela donde se aprenda con libertad para la vida y con la vida, una escuela abierta a las necesidades del alumnado partiendo de sus intereses, y tomando como pilar sus potencialidades e iniciativa creativa.
En nuestra última entrada del blog (www.cinemocionate.blogspot.com.es), explicamos este producto, os extraemos una parte del mismo, para compartirlo:
«Nuestro producto, va encaminado a entrelazar y recordar la necesidad de escuchar, atender y trabajar por medio de los intereses y emociones que el alumnado tiene presente de forma diaria, pues como bien dice en su libro La Neuroeducación el Doctor Francisco Mora ‘es vital hacer sentir, emocionar con los aprendizajes, y la única forma de acceder a ello, teniendo presente los intereses del menor y sus emociones durante el proceso de aprendizaje’. Por otro lado, Rebecca Wild en su libro Educar para Ser, nos devela la necesidad de la libertad guiada y sin limites de creatividad en el niño, además de hablar de ‘los círculos concéntricos’, donde se produce toda la energía para todos los otros procesos, tiene su centro en el interés personal del niño. En primer lugar, este interés surge de la necesidad de sentir, moverse, de amar y ser amado. No podemos perder de vista que un curriculum que no tenga en cuenta estas necesidades fundamentales del niño pone en peligro la unidad del joven organismo y separa el proceso de aprendizaje de su impulso original, un impulso que primordialmente está al servicio de las leyes del propio crecimiento…». Es interesante resaltar de la misma autora y libro, que «la escuela activa sitúa el cuidado sistemático de procesos de aprendizaje capaces de renovarse», en este sentido en nuestro centro, CEIP Valme Coronada, su apuesta va por estos caminos, y ahí radica la idea del vídeo, generar un debate interno en cada docente sin sentirse cuestionado (si así lo considera oportuno).
- Primero, todos somos diferentes, y con estas diferencias todos somos seres completos y perfectos (a lo que me permito añadir, que pueden aprender los unos de los otros en pro siempre de la mejora social de la educación y de la sociedad por ende);
- Segundo, las cosas suceden en el ámbito del juego y en este ámbito no hay objetivos sino entusiasmo, emoción (y aquí base de la neuroeducación es donde se cimienta nuestro producto y proyecto; Tonucci diría algo muy parecido sobre el juego).
- Tercero, mi rol es el de asistir, no dirigir; dejar hacer; acompañar a quien haga falta el tiempo que haga falta desde la confianza absoluta en su capacidad (de ahí la capacidad creativa del alumnado de ser sensible y expresarse libremente su pensamiento y sus deseos).
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