CREACIÓN Y MANTENIMIENTO DE HUERTOS URBANOS
Datos del Proyecto
Descripción de la Experiencia
¡Hemos emprendido juntos una gran aventura!
Partimos de la tierra, le pusimos las semillas y las plantas y la alimentamos con agua, sol, abono, los bichitos y hojas secas del suelo y, sobretodo, con nuestra ilusión y caricias. Al final, la tierra dio sus frutos y creamos la vida, en forma de tomates, lechugas, calabacines, berenjenas y pimientos, disfrutando de nuestro trabajo en común y llenando el cesto de grandes experiencias.
Aunque parezca complicado, en realidad para tener un huerto en la escuela no se requiere ni de mucho espacio, ni de mucho tiempo, ni de mucha experiencia. Lo verdaderamente importante son nuestras ganas y a cuanta más gente contagiemos con ellas mucho mejor. Con todo, obtuvimos unos productos sanos, saludables y elaborados respetando el medio ambiente, siguiendo la tradición de nuestros mayores y aprendimos técnicas nuevas para adaptar la tradición a la actualidad.
Con el objeto de fomentar una alimentación saludable entre el público joven, así como el conocimiento del entorno inmediato y la cultura rural se planteó este proyecto de creación, mantenimiento y conservación de huertos ecológicos en nuestro centro educativo.
Para el curso próximo vamos a dar un paso mayor pues vamos a incorporar nuestro proyecto dentro del currículum escolar a través de asignaturas de libre disposición y de proyectos integrados en diversos grupos: 1º, 2º y 4º de ESO y 1º de Bachillerato.
El objetivo será que el centro quede dotado con las instalaciones y formación necesarias para continuar el huerto durante los años sucesivos además de:
• Fomentar hábitos alimenticios saludables.
• Difundir la cultura rural tradicional de la zona.
• Introducir el concepto de responsabilidad social como consumidores de alimentos: productos de proximidad, de temporada, elaborados con un trato digno al productor y mediante técnicas respetuosas con el medio ambiente.
• Difundir los productos ecológicos, de calidad y destacados de la zona.
• Fomentar el respeto por la tierra y por la vida.
• Analizar el medio físico-natural: cómo se relaciona y organiza.
• Conocer los sistemas agrícolas.
• Investigar el impacto de nuestra actitud hacia el medio ambiente.
• Apreciar la cultura gastronómica tradicional.
• Familiarizarse con el trabajo físico y los esfuerzos personales y en el grupo.
• Desarrollar el sentido de la implicación, responsabilidad y compromiso en la gestión el huerto.
• Fomentar actitudes de cooperación mediante el trabajo en grupo, en la planificación de actividades y las labores del huerto.
¡Ya os contaremos cómo nos va!
Créditos: fotografía de International Maize and…
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