Programación y robótica educativa en primaria (II)
Datos del Proyecto
Descripción de la Experiencia
Muchas son las cuestiones que se puede sacar de estas ocho sesiones.
En primer lugar, en la comparación de impartir el mismo proyecto a chavales de 3º y 4º de ESO y a alumnos de 5º y 6º de primaria, se ha notado un mayor rendimiento por parte de los alumnos de la ESO, en la parte de Robótica educativa. En la fase de «taller» y solución a los diversos problemas encontrados en esta parte del proyecto, los alumnos de la ESO, se volcaron más. Sin embargo, respecto a la parte de software, Scratch y Ardublock, se notó totalmente lo contrario. Los alumnos y alumnas de primaria, disfrutaron tremendamente con esta parte. Incluso sé que quedaron después de terminar el programa, para realizar sus propios desarrollos. Tampoco podemos generalizar al respecto, y decir que el alumnado más pequeño se interesan más por el software que los alumnos mayores y que conforme crecemos, nuestro interés por la programación decrece, ya que es una muestra muy específica y tendríamos que realizar un estudio mucho más amplio, pero no deja de ser curioso.
En segundo lugar, María José, una de las coordinadoras del programa en Granada, me hizo recapacitar sobre un problema, que después de investigar un poco, me he dado cuenta que es algo casi endémico en la enseñanza de las tecnologías y la ciencia. Tenía un grupo de chicas que no se terminaron de enganchar al proyecto, entonces ¿están las chicas realmente menos interesadas en la tecnología, o se enfrentan a un estereotipo alimentado durante años?.
Después de recopilar algo de información, mi interpretación de los datos sobre esta cuestión es la siguiente:
A las chicas les entusiasma la tecnología y tienen un talento enorme, pero el hecho es que no se plantean estudiar informática y la prueba es que lo hacen cada vez menos. «En los campus infantiles hay prácticamente un 60% de niñas; cuando te vas a una edad superior, de 9 a 11 años, ya hay un 50% o incluso un ligero porcentaje mayor de niños; a partir de los 12 años el porcentaje de niñas cae estrepitosamente; en 3º o 4º de ESO, las niñas no eligen mayoritariamente ciencias…»
Entonces vemos que en cada uno de los distintos embudos, las mujeres van eligiendo otra opción. Las que en ESO optaron por ciencias, cuando en Bachillerato tienen que elegir entre la rama científico-técnica o la bio-sanitaria, de nuevo la mayoría opta por esta última. Por eso, cuando en Bachillerato científico-técnico se encuentran 3 chicas con 25 chicos en clase, empiezan a plantearse, quizá presionadas por el entorno, a derivar hacia física o matemáticas, que son carreras estupendas, pero dejando muy de lado la informática.
Está claro que ahí hay algún problema, ya que no se debe llegar al estereotipo de que el informático es hombre, pero siguiendo esta línea, el mismo tópico se retroalimenta y podría llegarse a esa situación. Sobre todo, a chicas de 3º ESO, que son las que tienen que elegir la opción ciencias o letras, o las de 4º que son las que optarán por el científico-técnico o el bio-sanitario. Y ahí es donde tenemos que convencerlas para que ellas mismas se puedan ver como ingenieras informáticas, ya que las capacidades, el talento y la pasión por el aprendizaje ya los tienen. Además, es una carrera con muchas salidas y no es justo que se cierren puertas por culpa de un estereotipo.
De todos modos y no es para consolarnos, no es un problema solo nuestro, problemas similares se detectan en el politécnico de Lausanne, en la Universidad de Birminghan, etc, etc.
Por lo que a mí respecta, el año que viene, enfocaré mi proyecto de secundaria, específicamente para las chicas (Google, Microsoft, IBM, tienen programas de aprendizaje, para estimular precisamente su incorporación al campo de la informática) y así intentar estimularlas, en la medida de mis posibilidades, orientando el proyecto más a la informática y menos quizás a lo que últimamente se hace llamar, la robótica educativa.
Por último, quisiera agradecer a J.J. Merelo sus datos «prestados» y a todos mis alumnos y alumnas, los ratos que hemos pasado juntos, que para mí, no tiene precio (creo que disfruto yo más que ellos).
Cuando tienes la oportunidad de hacerles descubrir, que enfrente tienen una ventana oculta hasta ahora , es maravilloso, pero cuando ellos se asoman a esa ventana y descubren que no tiene límites, que pueden ver más allá del horizonte, y se dan cuenta que en realidad no hay horizonte, es…
Créditos: fotografía de Mozilla in Europe.
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