Educación Secundaria

Publicado el 19 de junio de 2015 | por masope

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Los misterios de la química en el IES Camilo José Cela

Datos del Proyecto

Nombre del proyecto: Los misterios de la química
Centro (donde se desarrolla la experiencia): IES Camilo José Cela
Localidad y provincia: Campillos (Málaga)
Nombre del docente que coordina el proyecto: Manuel Soriano Peña
Estudiantes a los que va dirigido (nivel(es)/curso(s)): 4ºESO
Número de estudiantes: 9
Página web/blog del proyecto:
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Descripción de la Experiencia

Vamos a trabajar con un grupo de 9 estudiantes de 4º de la ESo sobre la química y sus secretos.

En esta primera entrada vamos a resumir las tareas realizadas en las 4 primeras sesiones del taller “Los misterios de la química”.

En la 1ª sesión los alumnos y alumnas entraron en contacto con el material de laboratorio que tenemos en el IES Camilo José Cela. La mayor parte del material empleado en un laboratorio de Química es de vidrio; esto es debido a sus características ventajosas, como son fácil limpieza, transparencia, inercia química, capacidad para soportar elevadas temperaturas. El inconveniente de este tipo de material es su fragilidad, lo que exige un esmerado cuidado en su manejo.
Los líquidos pueden medirse determinando su volumen. Se utilizan cuatro instrumentos para la medida de volúmenes de líquidos: Probeta, Pipeta, Bureta y Matraz aforado.
La probeta, la pipeta y la bureta miden el volumen por vertido, mientras que el matraz aforado lo miden por contenido. Estos instrumentos tienen marcas grabadas en su superficie que indican volúmenes de líquidos. Para medir el volumen, el nivel del líquido se compara con las marcas de graduación señaladas sobre la pared del instrumento de medida. Dicho nivel se lee en el fondo del menisco que se forma en el líquido.
Para pesar sustancias se utilizan normalmente balanzas. Existen diversos tipos de balanzas que se caracterizan por su exactitud, por su sensibilidad y su capacidad máxima. Las más utilizadas serán: balanza analítica y la balanza granataria.
En la 2ª sesión comenzamos a trabajar con el vinagre cuyo principal componente es el acido acético (CH3COOH). En primer lugar sumergimos un huevo en vinagre y observamos la reacción química producida. Posteriormente se determinó el grado de acidez de un vinagre de vino comercial. Se llevó a cabo una valoración del vinagre con hidróxido sódico y como indicador se utilizó fenolftaleína.

En la 3ª sesión estudiamos la concentración de peróxido de hidrógeno en el agua oxigenada comercial.
El peróxido de hidrógeno (H2O2), es un compuesto químico con características de un líquido altamente polar, fuertemente enlazado con el hidrógeno tal como el agua, que por lo general se presenta como un líquido ligeramente más viscoso que éste. Es conocido por ser un poderoso oxidante.
También conocido como agua oxigenada, es un líquido incoloro a temperatura ambiente con sabor amargo.
El peróxido de hidrógeno se encuentra en bajas concentraciones (3 – 9 %) en muchos productos domésticos para usos medicinales y como blanqueador de vestimentas y el cabello. En la industria, el peróxido de hidrógeno se usa en concentraciones más altas para blanquear telas y pasta de papel, y al 90% como componente de combustibles para cohetes y para fabricar espuma de caucho y sustancias químicas orgánicas. El uso del agua oxigenada como desinfectante casero se debe a que, al contacto con sangre, suciedad, etc. de la heridas, se descompone y desprende oxígeno según la siguiente reacción:
H2O2 (ac.) → H2O (liq.) + 1/2 O2 (gas)↑ + Q descomposición
El oxígeno desprendido es el que desinfecta. En este caso el peróxido de hidrógeno actúa como oxidante. Además hay desprendimiento de cierta cantidad de calor.
El alumnado determinó experimentalmente la normalidad de una disolución de agua oxigenada comercial con una disolución de permanganato de potasio, KMnO4 0,1 N.
En la 4ª sesión se practicó una técnica muy sencilla que nos permitió detectar el almidón en distintos tipos de alimentos. Para ello aprovechamos la propiedad que tiene de reaccionar con el yodo tomando un color azul oscuro o violeta. Normalmente, para esta reacción se utiliza un reactivo de laboratorio que recibe el nombre de lugol (disolución de yodo, al 5 %, y yoduro de potasio, al 10%, en agua).
Pero también podemos desarrollar esta técnica en casa a partir de los productos farmacéuticos yodados que se utilizan habitualmente para tratar las heridas. Tradicionalmente se ha utilizado la tintura de yodo. En España el producto más habitual se comercializa con el nombre de Betadine.

En primer lugar se preparó el reactivo que luego se utilizó y para ello es necesario diluyó el Betadine en agua.
Pusimos pequeñas cantidades de los siguientes alimentos: harina, arroz, patata, pan, manzana, carne de pollo, lechuga y plátano y añadimos una gota del reactivo a cada muestra.
Observamos cómo poco a poco aparece el color azul oscuro característico de la reacción del yodo con el almidón en aquellos alimentos que lo contienen.

 

Imágen de shutterstock.

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